martes, 20 de marzo de 2012

CUBISMO

 El nombre de cubismo, nacido de la expresión injuriosa de un crítico, en 1909, puede inducir a error. Si esta forma plástica se propusiera únicamente retrotraer el mundo de los objetos a formas fundamentales estereométricas, sólo sería una manía extravagante. Es evidente, en cambio, que surgió de la necesidad de comprender en forma radicalmente nueva un mundo objetivo, sin prejuicios y a partir puramente de la pintura. Así como el impresionismo había abandonado el concepto habitual de realidad para refugiarse en la pura visibilidad de los fenómenos ópticos y conservar solamente el color puro, también el cubismo libera a la pintura de las consabidas imágenes fenoménicas de las cosas –precisamente porque éstas sólo son sentidas en adelante como apariencia- y conserva únicamente los elementos constructivos.


Pablo Lobato y sus retratos cubistas. 



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